Translate

miércoles, 2 de abril de 2014

El Biberón: Ese Gran Desconocido

Vaya por delante que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida de los niños como la mejor opción. Pero lo mejor no siempre está a nuestro alcancé, así que hoy voy a hablar del BIBERÓN.



Paso uno: Hacerte la sueca

Lo primero a lo que vas a tener que enfrentarte cuando decidas alimentar a tu hijo a biberón son los comentarios. Aviso, algunos de ellos pueden ser bastante destructivos y con muy mala leche, nunca mejor dicho. Lo mejor es ignorarlos. Quien no sabe respetar decisiones ajenas que no le incumben es porque debe tener algún problema. Que se lo haga mirar.


Paso dos: Elegir la leche



Con esto hay que tener paciencia. Puede que tengas que probar varias hasta encontrar la que mejor te funcione. Lo mejor es observar la reacción de tu bebé.

La leche tipo 1 o de iniciación la vas a tener que usar hasta los 6 meses aproximádamente. A partir de los 6 se cambia al tipo 2, leche de continuación. La de tipo  2 la vas a combinar con otro tipo de alimentos. La de tipo 1 cubre todas las necesidades alimenticias del bebé. A partir de los 4 meses introduces cereales en el biberón poco a poco, pero lo que le sigue alimentando es la leche.

Dentro del tipo 1, hay varias clases de leche. Está la básica que puedes encontrar en Supermercados además de en Farmacias. Si tu bebe es feliz con ella, genial, porque es la más económica. También puedes encontrar leches con distintas propiedades. Para saber qué propiedades tiene cada leche, has de dominar estas siglas:

- AE: Anti estreñimiento
- AC: Anti cólicos
- AR: Anti reflujo

Hay leches que combinan varias de estas propiedades. Yo uso una leche AE/AC y me funciona muy bien. Sonrisitas sufría mucho con los gases incluso cuando le daba pecho, y al pasar a esta leche la frecuencia y la intensidad de los cólicos se redujeron bastante. Son leches más caras y por lo general solo las encontraras en Farmacias y no en todas. Tú pregunta.

Paso tres: El biberón



Pues en esto también vas a tener mil opciones. Marcas, tamaños, tipos de tetinas...es un mundo. Mi consejo es que preguntes en tu Farmacia, sobre todo si en ella trabajan madres o padres con niños pequeños, te van a asesorar fenomenal.

Las tetinas pueden ser de látex o de silicona. Anatómicas o no. Supongo que si te has decidido por la lactancia mixta la mejor opción es la anatómica, porque supuestamente el niño tiene que hacer el mismo movimiento para succionar con esa tetina que con el pecho. Pero hay quién dice que eso no tiene tanta importancia. En esto como en todo, depende del niño. Observarle es la mejor opción.

Al principio necesitarás tetinas de nivel 1 (son las que tienen el agujero más pequeño). Pasas al 2 a partir de los 4 meses cuando en el biberón introduces cereales, y la mezcla se espesa.

En cuanto al tamaño, al principio los biberones se preparan con 90 ml de agua, así que te valen los pequeños. Pero no compres muchos, porque enseguida necesitarás los grandes. Los biberones pequeños te pueden venir bien después para llevarlos en el bolsito de la silla con agua. La proporción entre agua y leche de fórmula se aclara en cada paquete, pero va a ser un cacito de leche por cada 30 ml de agua. Vas aumentando las dosis en función de los meses y las tomas. El máximo serán 240 ml de agua por toma.

Yo uso los biberones anti cólicos de Dr. Brown´s. Lo malo es que tienen muchas piezas y son un poco engorrosos de lavar. Pero combinados con la leche AE/AC me van genial.

Paso 4: El agua

El agua para hacer el biberón debe ser mineral o hervida si es del grifo. La segunda opción es más económica. Yo tengo tres botellas de cristal, según se van vaciando las voy rellenando y así siempre tengo el agua a punto.

El agua no debe hervir mucho tiempo porque puede perder propiedades. Yo la hiervo solo 2 min.

Paso 5: Calentar el agua

EL agua debe de estar a unos 40 grados antes de echar la leche. Para saber si la temperatura es adecuada lo mejor es echar unas gotas en la parte posterior de tu muñeca. Para calentar el agua hay varias opciones:

- Lo de toda la vida: El baño María. Efectivo, pero demasiado engorroso para mi gusto.

- Microondas: Muy rápido. Pero te obliga a desplazarte a la cocina. Además, al principio te va a costar un poco conseguir la combinación adecuada de potencia/tiempo.

- El calientabiberones: Para mi gusto, lo más cómodo. Tarda unos 5 min en calentar el agua. Lo puedes tener en cualquier habitación de la casa. Si el bebé se toma un descansito, puedes mantener el biberón caliente hasta que lo vuelva a pedir. Además, con el tiempo, el niño se regula y hace las tomas más o menos a las mismas horas. Así puedes anticiparte y empezar a calentarlo un poquito antes. Cuando lo pida, echas la leche y listo,  marchando una de biberón!



- Calentador de agua: Me hablaron muy bien de un aparato que venden en El Corte Inglés. Calienta el agua rapidísimo, en unos 3 segundos. Pero solo hace eso. Es decir, echas el agua hervida dentro del invento y sale caliente para llenar el biberón, pero no sirve para mantenerlo caliente. Incompleto para lo que yo busco.

Paso 6: Guardar el biberón una vez hecho

No es recomendable seguir dando un biberón dos horas después de echar la leche. Si lo refrigeras te puede durar unas 24 horas. Lo mejor es que esté recién hecho, pero a veces tu bebé se quedará dormido después de chupar 2 minutos...y puede que tarde horas en despertar. Y te da pena tirar toooodo el biberón.

Cachivaches varios

Para esterilizar: Los primeros meses conviene esterilizar todo el material que uses con el pequeñajo. Puedes hervirlo 5 minutos en agua dentro de una cazuela. También puedes comprar un esterilizador eléctrico o uno para usar en microondas. O elegir las bolsas desechables para esterilizar. Para mi lo más práctico y económico es ésta última opción. Coges la bolsa, la llenas con 60 ml de agua, metes el biberón separado por partes y 3 min al micro. Punto. Cada bolsa puedes usarla 20 veces. Las puedes llevar de viaje. Y cuando decidas dejar de esterilizar, las guardas y casi no ocupan sitio.

Para lavar: Tendrás que hacerte con un cepillo limpiabiberones y usarlo solo para limpiar biberones, por cuestiones de higiene. Suelen traer un cepillito más pequeño para limpiar bien la tetina. Puedes comprarlos en Supermercados o en Farmacias.

Para escurrir: Puedes comprar escurridores específicos para biberones o ingeniártelas de otra forma. Si te decides por un escurridor hay varias opciones. Los hay en forma de árbol, para enganchar una pieza del biberón en cada rama. Yo he encontrado uno muy útil. Se llama Grass y lo puedes encontrar en las tiendas de EurekaKids o comprarlo on line. Parece un césped. Enganchas en la "hierba" las piezas del biberón y el agua que van soltando cae en una bandeja que está debajo. Como mis biberones tienen tantas piezas es el que mejor me viene.



Termos: Son muy útiles. Puedes calentar agua y e ir almacenándola en el termo. Cuando la necesites estará siempre a la temperatura adecuada. Yo los encuentro muy útiles cuando tengo que dar de comer a Sonrisitas fuera de casa. Los de Kukuxumusu son saladísimos. El mío lo encontré en Ikea.

Dosificadores de polvos: Comodísimos también si estás fuera de casa. Tienen varios compartimentos en los que pones la dosis que necesitas para cada biberón. Se enroscan uno a otro y al final tiene una tapa con dos partes. Una grande que te permite echar la dosis fácilmente. Y otra más pequeña para encajarla en la boca del biberón cuando vayas a echarlos dentro. Así te evitas llevar una cucharita o que se te desparramen todos los polvos.
 


viernes, 28 de marzo de 2014

Papi Chulo

Oigo el ruido de la moto. Ya está aquí Papi Chulo! Se abre la puerta y entra entre un huracán de perros saltándole encima...Santa Paciencia, yo suelo quitármelos de encima a empujones y NOs. Qué tal la niña? Ahora bien, pero me ha dado una tarde....Pues me cambio de ropa y te relevo, tú descansa. Mi descanso suele componerse de terminar de planchar, recoger la ropa o poner los platos limpios del lavavajillas en su sitio. Así de boba soy! Llega el relevo, le paso a la niña y me voy a la cocina, y allí envuelto en un papel amarillo que reconozco enseguida hay...no...sí!...un Donuts de chocolate. Viva mi Papi Chulo!

Vuelvo a la salita, y empezamos a hablar del trabajo (ambos trabajamos en el mismo sitio, al que tendré que volver en pocos días...así voy re-conectando poco a poco), comentamos las noticias, las novedades de los amigos. Cenamos por turnos, y si hay suerte juntos.



Y esta es nuestra vida normal desde que llegó Sonrisitas. Una suerte! Porque siempre cuento con él, y porque es un alivio saber que ha llegado y ya no tengo que decidir todo sola...buf. Establecemos prioridades y nos repartimos el trabajo. Somos buenos amigos y buenos compañeros. Con esa mentalidad de equipo vamos saliendo adelante. Emocionante? Quizá no. Pero es que la vida cotidiana  es poco emocionante. La emoción la reservamos para ocasiones especiales.

Y antes de? Antes de Sonrisitas había más tiempo, más cine, más cenas fuera, más viajes y planes de viajes ( lo de planear siempre lo disfrutamos mucho también), más momentos de pasión ( ahora estamos más cansados y la imaginación se reserva para encontrar "el momento"). Pero lo esencial no ha cambiado. Nuestra amistad, el buen rollo, las conversaciones y colaboración. Todo eso sigue ahí. Y es fundamental. No sé cómo hay parejas que creen que tener un niño ayudará a resolver sus problemas. Si hay problemas previos, un niño los hace más evidentes, y además aparecen problemas nuevos. Menos mal que nosotros nos llevamos bien...eso ayuda a la adaptación que a ratos es dura y a poner en orden ciertas cosas...sobre todo la redifinición de las relaciones con las respectivas familias políticas.  Porque eso también cambia y hay que ordenarlo para evitar el caos.

Gracias por ayudarme, por estar ahí, por tomarte la molestia de conocerme y no querer cambiarme. Gracias por cuidarnos tanto y protegernos de todo lo malo. Quérote moito moitisimo Papi Chulo!






miércoles, 26 de marzo de 2014

ESAS COSAS QUE SE DICEN...


Ahora que somos padres todo el mundo nos da consejos. Nuestros padres, nuestros amigos, los compañeros de trabajo, la enfermera del Centro de Salud...Consejos, advertencias, sabiduría popular. Y ahora que puedo, quiero contestar.

CUIDAR LA RELACION DE PAREJA

Algunos dicen que hay que cuidar la relación de pareja. Yo opino que la relación de pareja solo hay que cuidarla si está enferma. Vamos a ver, somos personas adultas y decidimos tener un hijo con todas las consecuencias. Y cuidarlo también forma parte de nuestra relación de pareja. Es más, nuestra relación de pareja ha crecido y se ha fortalecido mucho en los últimos tiempos. Somos un equipo. Un equipo de tres, no de dos. Y así será por siempre jamás. A no ser que vengan más.

GUARDAR TIEMPO PARA MI

Otros dicen que tengo que guardar tiempo para mi. Sí, claro, ya. He sido madre con 39 años. 39 años dedicados casi exclusivamente a mi y hacer lo que me ha dado la gana. Y he podido hacer mucho lo que me ha dado la gana, soy afortunada. Pero me enamoré, me casé y tuve una hija. Y todo esto también lo he hecho porque he querido. Porque la alternativa a formar una familia era seguir a mi aire. Y me lo pasaba bomba, pero también me sentía incompleta. Ahora ya no. Así que, si poder ir de compras, a la pelu, leer un ratito o escribir un Blog es "dedicarse tiempo a mi misma" ya lo hago. Pero no como meta. Lo hago porque me apetece y cuando puedo. Y haciendo esas cosas pretendo solo hacerlas, no usarlas de evasión. No quiero evadirme. Estoy fenomenal como estoy.

 
 


DISFRUTA DE ESTA ETAPA

Hay padres veteranos que te instan a disfrutar de esta etapa que pasa rápido. Pero vamos a ver, qué hay de ti, tus hijos y tu etapa? No es tan disfrutable? Por qué tenemos que disfrutar nosotros y vosotros no? Paparruchas! Todas las etapas de crecimiento se dividen en meses, éstos en semanas, días, horas...Hay horas buenísimas, horas normales, horas malas remalas. En esta etapa y en todas las etapas. Disfrutamos de los momentos buenos. De las muecas, de los hitos inesperados (hoy es capaz de agarrarse el pié...uuuuuao!), de la sonrisa furtiva, de la mirada divertida. Y sufrimos los malos. Los llantos incosolabes, las vacunas que pican, los qué-le-pasarás, los planes replaneados una y mil veces. Y así vamos pasando las horas, los días, las semanas, los meses y las etapas. Disfrutar no es un deber ni una obligación. A veces ocurre y a veces no. Y no pasa nada.

NO DESCUIDES TU CARRERA PROFESIONAL

Aquí me toca lidiar con la conciliación...y esto se merece un capítulo entero.


lunes, 24 de marzo de 2014

Decisiones Desesperadas y Decisiones Reflexionadas

Y por fin ocurrió. Hace algo más de 4 meses dí a luz a mi hija y me convertí en madre. Y mi vida cambió. Mira que me habían avisado, que me habían contado historias. Mira que yo me había "preparado" y había leído libros, revistas, blogs...Pero qué va. No estaba preparada. Para nada. Sí mentalizada, pero preparada no.

TE MIENTEN PORQUE NO TE CUENTAN LA VERDAD

Lo primero que cambió fue la forma en la que las madres que conocía hablaban conmigo sobre la maternidad. Es como si ahora que había pasado la prueba del parto y ya pertenecía al Club de Madres de forma oficial me pudieran hablar sin tapujos. Se acabó la ñoñería hortera, la maternidad de poesía...éste es el mundo real. Mira bonita, en menudo lío te has metido. Pues sí. Y yo pensaba...y por qué no me contaste antes todo esto? Si iba a ser madre igual, pero al menos hubiera sabido mejor a qué me atenía.

DECISIONES DESESPERADAS

Yo tuve problemas con la lactancia y cuando comencé a hablar de ello resulta que era de lo más normal. Pero si ésto era cuestión de buena postura del bebé, no? Ah no! Que al principio duele, sí duele...son sólo unos días.

Y mira parece que la niña se queda con hambre y siempre quiere mamar, y yo no puedo con el dolor, y son las 2 de la tarde y ni me he duchado...Sí normal también. En unos días regulas la oferta con la demanda. En cuántos? Pues no sé...unos días. Días, semanas...palmo arriba, palmo abajo. Total que empecé con los complementos de biberón. Y ahí llegó el principio del fin

Y la niña tiene gases pero no suelta la teta, tira desesperada para un lado, para el otro como si fuera de látex. Y yo la aparto, pero el pecho ya está destrozado, claro.. Nada, normal también. Paciencia!

Hasta que una tarde, en mitad de un aullido de dolor, de lágrimas de frustración, de oooooooms para tener paciencia, mi cabeza y mi cuerpo dicen BASTA. Biberones para Sonrisitas ( que de hecho, empezó a sonreír mucho más ) . Dos pastillitas para mi y asunto concluído. Alivio, niña satisfecha, y yo suelo estar duchada, desayunada y lista antes del mediodía casi siempre.

No me entendáis mal. No quiero dar consejos. En absoluto. Sólo estoy compartiendo mi experiencia. La mía. Mía propia.Y no me gustó nada decidir algo tan importante por desesperación. Porque la decisión de dar el pecho la tomé de forma consciente, voluntaria e informada ( o eso creía yo ). Y lo dejé de forma brusca y con un sentimiento de fracaso que me costó un tiempo superar. Hasta que me dí cuenta de lo mucho que esa decisión me permitió volver poco a poco a mi antiguo yo reconvertido en madre. Volví a ser algo parecido a lo que era antes, diferente claro. Versión M.A.M.I. 2.0. Pero fue un primer paso en mi camino a reencontrarme. Y reconociéndome empecé a coger las riendas de mi nueva vida. Y a disfrutar.

DECISIONES REFLEXIONADAS

Yo visto a mi hija todos los días. Al principio fue fácil. Mi madre llevaba años con una afición: hacer chaquetitas de punto de bebé. Así que para cuando nació Sonrisitas yo estaba provista de chaquetitas de punto para vestir a un batallón. Gracias mil mamá! Porque al principio estaba tan superada por todo que poder vestir a la niña a base de tener que decidir solamente el color de la chaquetita diaria me facilitó muchísimo mi labor. Por no hablar de la cantidad de dinero que me ahorré.

Pero con el paso de los meses mi hija ha ido dando a conocer su personalidad. A su nivel, claro. Y ha resultado ser una niña sociable, risueña, muy poco asustadiza y muy muy movidita. Con una cantidad tremenda de energía. Le encanta mirar, descubrir y desde hace poquito tocar, coger, destrozar y dar patadas. Mueve sus piernecitas a una velocidad de vértigo. Así que para cuando ha crecido lo suficiente como para poder llevar los faldones que me regalaron yo he pensado...mmmm...como que no. Imposible. Mi niña con faldones? No le pegan ni con cola.

Y por extensión puntillitas, lacitos, rosita bebé, etc. están empezando a ser desterrados de su vestidor. En la actualidad mi misión consiste en buscarle ropa cómoda y divertida que le permita jugar todo lo que tenga que jugar y seguir desarrollando esa personalidad que gradualmente se va manifestando. Y en ello estoy. Iré comentando mis búsquedas en sucesivos posts.

CONCLUSION

La maternidad me ha cambiado  la vida. Al principio no sabía muy bien en qué sentido. Era como un pez. Nadaba y nadaba para mantenerme a flote. Funcionaba sobre todo por instinto, usando mucho las manos y el cerebro lo justo. Estaba superada, cansada y preocupada casi todo el tiempo. Pero eso no duró mucho. Pronto pude entender que el cambio había sido no para bien, si no para mucho mejor de lo que nunca había podido imaginar. Saca lo mejor de mi. Me enseña a permanecer serena en momentos de terrible stress. Exige mucho y me deja sin aliento. Pero poder ser testigo de primera mano de los avances de mi niña, de sus pequeños logros de cada día, ensimismarme con su sonrisa, con su risa y dejarme absorver por el brillo de esos ojos llenos de vida es...no sé...no hay palabras...es lo mejor del mundo!

















Mi Blog Txiribito

Hola! y Gracias! Gracias sinceras. De corazón. Estos días he podido comprobar la cantidad ingente de Blogs de Madres...Madre mía! Hay muchísimos. No sé cómo me las voy a arreglar para ser original. Así que, que tú desconocid@ estés dedicando unos minutos de tu tiempo a saber de qué va el enésimo Blog de una madre que flipa con su experiencia maternal merece mi más sincero agradecimiento. Insisto.


GRACIAS   GRACIAS    GRACIAS

No voy a dar consejos. Voy a contar mi experiencia. Sólo eso. Este Blog va a ser mi desahogo. Una manera de ordenar mis pensamientos. De reflexionar para aprender. De recordar lo importante y establecer prioridades.

Si leyéndome te entretienes, te diviertes a veces, te consigo ayudar sin pretenderlo o te doy motivos para criticarme (sé magnánim@, acabo de empezar en esto) pues genial. Yo escribo para mi, y para que tú hagas con lo que escribo lo que quieras. Para eso lo publico.

Bienvenid@.

Comienza esta aventura, abróchense los cinturones!!!!